Hoy se celebra el Día de la Matrona; esa profesión sanitaria que vemos siempre asociada al embarazo y el parto.
Pero aunque esta puede ser la cara más visible y conocida de la matrona, lo cierto es que sus funciones van mucho más allá, y acompañan a la mujer y su Salud en toda su etapa reproductiva.
En mi comunidad autónoma y más aún en alguna de sus provincias; la escasez de matronas es más que evidente, y el aumento de plazas para esta profesión sanitaria, es una lucha y reivindicación de este colectivo y a la cual las mujeres se suman o deberíamos sumar(nos).
Desde la antigüedad las matronas han acompañado y asistido a la mujer, así ya en el antiguo testamento leemos como la «comadrona» acompaña el parto de Benjamín el hijo de Raquel .
Los papiros egipcios también nos muestran esta profesión y aún más, sus conocimientos sobre cómo calcular la fecha de parto o mecanismos para acelerarlo.
La Grecia antigua contaba con matronas que conocían cómo aliviar el dolor, y aunque su papel perdió peso en pro de los médicos hombres; la matrona recupera su valor en la Antigua Roma, donde un médico, de nombre Sorano (padre de la obstetricia) publica un tratado dirigido a las comadronas.
En la Edad Media asistían a las mujeres en sus partos, y aunque en un momento se perdió su presencia, los Reyes Católicos regulan este oficio, el cual solo se podría ejercer pasado un examen.
Será en 1857 cuando se regula el título de MATRONA mediante una Ley de Instrucción Pública; y en 1868 se les autoriza a ser docentes abriéndose las primeras escuelas de matronería.
Ya cerca de nuestras fechas y a partir de 1904 se va regulando su formación, colegiación y funciones, avanzándose hasta nuestros días con la especialidad de enfermera especialista obstétrico ginecológico.
En este proceso de especialización y formación, la matrona va abarcando más parcelas de la salud reproductiva de la mujer, y hoy asesora en educación afectivo-sexual ya en la adolescencia, en anticoncepción, en cuidados de suelo Pelvico, climaterio, menopausia, embarazo, parto, lactancia… y seguro que me dejaré muchas cosas atrás.
Acompaña a la mujer cuando recibe vida, pero también cuando está se escapa en un parto, está al lado y desde luego, con mi experiencia profesional, cada vez viendo más la unidad cuerpo-menté, la importancia de lo emocional, de la psique de la mujer.
Mi profesión, la psicología Perinatal, no puede entenderse al margen de otras profesiones y profesionales; y entre ellas están las matronas, que en muchos casos detectan y derivan, sin olvidar continuar estando presentes.
A todas ellas gracias por su trabajo bien hecho, como mujer, como madre; pero también como psicóloga Perinatal, porque trabajando de forma multidisciplinar conseguimos grandes cosas.
Jesica Rodríguez Czaplicki
Psicóloga G2888