Semana Mundial de la Lactancia Materna

Acaba de finalizar la Semana Mundial de la Lactancia Materna, una fecha en la que los profesionales de la salud deberíamos aprovechar para centrarnos aún más en la importancia de la lactancia natural. Ya no me refiero a la importancia que existe a nivel individual de cada bebé y cada madre, sino a la lucha contra un problema de salud pública.

Sí, todavía estamos muy lejos de alcanzar las cifras ideales de lactancia materna en el mundo y la leche de fórmula continúa interfiriendo con el establecimiento y la prolongación de la lactancia materna.

Creo que hoy por hoy todos somos conscientes de que la leche artificial tiene muchos riesgos tanto para el bebé como para la madre. Entonces, ¿por qué la leche de fórmula sigue tan en auge en comparación con una leche de mejor calidad como la leche materna?

Los profesionales de la salud tenemos el deber de luchar para cambiar esta realidad, y desde GEA, queremos poner nuestro granito de arena para apoyar la lactancia materna.

Amamantar debería ser un comportamiento natural e instintivo en las mujeres humanas. Pero no es así. A menudo, a pesar del deseo y el compromiso de alimentar a sus hijos con su propia leche, muchas madres sienten que fracasan en este intento y terminan por culpar a su propio cuerpo.

Es esencial empezar la lactancia materna con el pie derecho.

La glándula mamaria, así como todo el sistema hormonal que sustenta la lactancia materna, es totalmente capaz de cumplir con su función asignada: la fabricación de leche para la descendencia.

Debemos partir de una premisa muy clara: nuestro cuerpo no es defectuoso. Y al igual que otros órganos en tu cuerpo, tus pechos funcionan perfectamente.

¿Y puede ser que algunas mujeres realmente no tengan leche?

Puede, pero es raro. La hipogalactia verdadera, que es el nombre dado a la incapacidad real de producir suficiente leche para el recién nacido, no supera ni siquiera el 1% del total de madres.

Esto es clave para creer que con el conocimiento suficiente podrás nutrir completamente a tu hijo con el alimento especialmente diseñado y destinado para él: tu leche.

Tampoco debemos preparar los pechos para amamantar. Lo que debemos preparar es nuestra lactancia materna, es decir, informar, conocer y comprender cómo funciona el proceso y creer en tu cuerpo y en tu bebé, es decir, empoderarte. Precisamente este fue el lema de la Semana Mundial de la Lactancia Materna de este año.

Sabiendo esto, veamos cómo proceder en los primeros días del nacimiento para que puedas empezar a amamantar con el pie derecho:

En el momento en que nace el bebé, es importantísimo, tanto para madre como para hijo, el contacto piel con piel.

Cuando todo está dentro de la normalidad, no hay razón para separar al recién nacido de su madre. Incluso con una cesárea, con ayuda, es posible colocar al bebé al pecho mientras se sutura la incisión. Esto es esencial para fortalecer el vínculo y favorecer la lactancia natural.

• Mantén el piel con piel al mínimo durante las primeras 2 horas de nacimiento.

Las intervenciones de rutina como pesar al bebé o inyectarle vitamina K pueden esperar, no son de urgencia inmediata.

El padre ya tendrá tiempo de recogerlo. Estas 2 horas son sagradas.

Favorece el acceso del bebé al pecho. Ponlo boca abajo entre los pechos y sosténlo con los brazos para que él mismo realice los movimientos necesarios para llevar la boca a los pezones. Pueden pasar unos 50 minutos hasta que obtenga el agarre correcto.

En caso de que tenga problemas, ayúdale un poco. Idealmente, se debería comenzar a amamantar en la primera hora de vida.

• La posición del bebé frente al seno es fundamental: debe estar muy pegadito al cuerpo de la madre, con el vientre hacia su vientre y la cabeza, el tronco y las caderas alineados. Y deja su cabecita libre, no pongas tu mano detrás de su cabeza.

El agarre correcto también es muy importante: boca abierta y labios evertidos. Debe introducir el pezón y una buena parte de la areola en la boca, incluso más cantidad de areola en l mandíbula inferior, lo que se llama agarre asimétrico.

• En caso de una cesárea programada, donde el hospital separa al recién nacido de la madre después de la operación, durante la recuperación de la anestesia, se debe garantizar el acceso del bebé a la leche materna. Y ¿cómo lograr esto si habrá separación?

Con la extracción prenatal de calostro. Implica extraer manualmente el calostro desde la semana 36-37 una vez al día.

Recoge el contenido con una cuchara, almacena en jeringas de 1 a 5 ml y congélalo. De esta manera, durante la ausencia de la madre, el recién nacido tendrá acceso a su leche. Al ser un embarazo de bajo riesgo, es una técnica inocua que incluso puede ser ventajosa para el establecimiento de la lactancia materna.

Si por alguna razón el bebé no extrae leche con frecuencia, asegúrate de estimularlo con extracción manual o con sacaleches, tanto durante el día como por la noche.

Sin chupetes ni biberones. Solo pecho, tanto para alimentarlo como para satisfacer la necesidad de succión, al menos durante las primeras 6 semanas.

Y, por último, amamantar a demanda y durante el tiempo que el bebé quiera.

Siguiendo estos consejos, seguro que tendrás una lactancia satisfactoria. Y recuerda, ante cualquier dificultad, y antes de introducir leche de fórmula, pide ayuda a un profesional capacitado en lactancia materna. Tanto la salud de tu bebé como la tuya están en juego.

Y ya sabes, en GEA estamos aquí para ayudarte.

Si tienes cualquier problema o duda con tu lactancia, nuestra matrona e IBCLC puede asesorarte. No dudes en contactarnos vía mensaje o a través de los teléfonos:

615 273 014 ó 676 597526.

¡Feliz lactancia!

Daniela González Freitas

Matrona e IBCLC

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s