Esta semana y como cada año, se está celebrando a nivel Mundial la Semana del Parto respetado, una iniciativa que pretende llamar la atención sobre la realidad de la atención al parto y nacimiento alrededor del mundo; una realidad que nos señala que en no pocas ocasiones se vulneran derechos básicos de las mujeres parturientas y los niños que nacen, derechos tales como una atención basada en la evidencia, una atención de calidad que atienda a las necesidades reales de madre su bebé.
El objetivo último perseguido con esta iniciativa, celebrada del 16 al 22 de mayo de la mano de European Network of Childbirth Assotiations (ENCA), y que este año toma el lema «Mi cuerpo, mi decisión, mi bebe»es el de empoderar a las mujeres en el momento del pato, que tomen conciencia de que ellas son las máximas responsables, y quienes tienen el poder de decidir como quieren parir.
Deseo hoy traer a reflexión este tema, pues es competencia de sanitarios en particular y de la sociedad en general, considerar la importancia del trato que se le da a tan importante momento en la vida de una madre y de su bebé.
La realidad es que muchas mujeres se ven sometidas a un trato irrespetuoso, ofensivo, e incluso violento en el momento del parto; sigue existiendo la violencia obstétrica, la cual deja secuelas no solo físicas, sino psicológicas en madres y bebés.
Ante un momento de tanta carga emocional, pero también de salud, como es el embarazo y el parto, lo único que no puede faltar es el RESPETO, respeto por las necesidades de la madre y bebé, respeto por las decisiones informadas de la mujer, respeto ante la legada de un nuevo ser, solo hay un momento en la vida para nacer, esa es una experiencia única, y sabemos, porque así lo demuestran diferentes estudios; que el desarrollo del parto tendrá importantes consecuencias en el desarrollo del vínculo y la vida del ser humano.
Como nacemos importa, importa mucho, más de lo que creemos; importa para la madre, e importa para el bebé importa para la familia; y la realidad es que existen una serie de recomendaciones, que no siempre se siguen, la realidad es que en nuestro país, seguimos encontrando datos que nos alejan de las recomendaciones del ministerio respecto a la atención del parto normal; y las directrices de la OMS en materia de atención al parto; así podemos hablar de:
- El porcentaje de cesáreas sigue siendo superior al 15% recomendado por OMS, aproximadamente un 25%, cifra que se dispara en la sanidad privada.
- No se cumple la recomendación de no realizar amniorexis (rotura artificial de la bolsa) de forma rutinaria.
- El porcentaje de Episiotomías sobrepasa el 40% en partos normales (muy por encima del 15% recomendado).
- Se continua empleando la oxitocina sintética para acelerar el parto, aunque este siga una progresión adecuada.
- Se sigue practicando la Maniobra de Kristeller, absolutamente desaconsejada por la OMS.
- Las tasas de inducciones sigue siendo alarmantes, y hablamos de inducciones antes de la semana 42.
Ante estas cifras, no cabe más que pensar que algo no está funcionando adecuadamente, que fallamos y mucho, que la atención al parto y nacimiento es una tarea pendiente en España, y en este sentido pienso que hay más elementos a considerar; por ello quiero traer a reflexión algo más; y es el trato que reciben las mujeres durante todo el proceso del embarazo; pedimos un parto respetado y respetuoso, pero este respeto ha de ir mas allá del momento del nacimiento; ha de ser un continuo durante toda la gestación.
Mujeres llegan a consulta sintiendo ansiedad, miedo, preocupación e inseguridad, durante 40 semanas se les ha sometido a controles, pruebas, han recibido mensajes en los cuales se busca la posible patología, a veces nada tranquilizadores, en muchas ocasiones con un efecto nocebo; mujeres que indican que durante 40 semanas no se les ha explicado nada o casi nada, no se les ha dejado decidir, explicarse, exponer, preguntar; mujeres que llegan a su parto, tras 40 semanas en las cuales se les ha valorado y escrutado (no niego que sea preciso realizar un seguimiento que permita conocer el estado de salud para poder actuar de forma preventiva, lo que no tiene que ser de forma agresiva) y llegan a parir considerando que su opinión, dudas y necesidades poco y nada cuentan.
Mujeres que presentan un SEPT consecuencia de un parto abusivo, en el que el dolor del parto de volvió sufrimiento, mujeres separadas de sus hijos al nacer, mujeres que se sintieron infantilizadas, que llegaron a sentirse violadas, mujeres con heridas en el cuerpo y en el corazón, cuya vida familiar, social, sexual, ya no vuelve a ser la que era; mujeres y niños a los que se les ha robado un momento único.
El embarazo y el parto son salud, son fisiología, son naturaleza, son parte de la vida; como tal deben ser considerados, atendidos, respetados.
No olvidemos que el parto es un momento único, y que marcará para siempre a sus protagonistas.
Demos a las mujeres la posibilidad de decir «Mi cuerpo, mi decisión, mi bebé».
Más información:
Violencia obstétrica, otra forma de violencia de género.
Estrategia de Atención al parto Normal
European Network of Childbirth Associations
Jesica Rodríguez Czaplicki
Psicóloga perinatal. Coleg: G2888.